martes, 19 de abril de 2011

ESTILOS DE DECORACIÓN

El minimalismo



La reducción de las formas a lo elemental, así como la predilección por emocionar a través de la mínima expresión, fueron los principales criterios que eligieron los primeros minimalistas de la pintura y la escultura. Dentro de la arquitectura, el orden, la sobriedad y el alto influjo del racionalismo precedente, marcan la edificación en su conjunto. En la decoración, priman las líneas rectas, la ausencia de ornamentos y florituras, los muebles sencillos y funcionales, la disposición ordenada y los acabados finos.

Para personas sobrias.

El minimalismo dentro de los hogares centra su atención en los diseños donde prevalece la pureza, dando una gran importancia a la amplitud de los espacios. Recordemos que hay que tratar de conseguir efectos satisfactorios con el menor número de componentes. En este sentido, esta corriente entendida como estética es la favorita de personas con un gran sentido del orden que no soporten la acumulación de objetos innecesarios que perturben su visión.


La coordinación textil es otro de los grandes fines que debemos perseguir. Cortinas, cojines y tapizados en general han de obedecer al equilibrio. De esta forma, los estampados quedan desterrados rindiéndose a la austeridad de los lisos. Las atmósferas de cada una de las habitaciones, desligadas de lo superfluo, inauguran una renovada frescura y nos invitan a la relajación. Hay que recordar que minimalismo no es sinónimo de insustancial y que el gran éxito del mismo está precisamente en sugerir significados sin caer en lo anodino.

El diseño contemporáneo ha adoptado los esquemas minimalistas y los ha aplicado con tesón a las colecciones actuales. Aquellos que opten por llevar esta estética a sus hogares ganarán en comodidad, ya que el prescindir de barroquismos y un número incontable de objetos decorativos hace más fácil la limpieza, al tiempo que eliminamos la sensación de agobio.

Si te gustan las características que cumple el mobiliario de corte minimalista, pero no quieres renunciar a introducir algunos elementos que definen tu personalidad, estás en tu perfecto derecho, puesto que tu hogar debe hablar de tí por encima de todo. Puedes aportar al blanco y al negro colores rompedores como el rojo o el pistacho a través de alfombras o cojines. Igualmente, bordados dorados o piezas brillantes le darán más alegría a un salón. Por otro lado, puedes equilibrar el pavimiento de madera con una pintura más vivaz en las paredes. Asimismo, el empleo de plantas o muebles de corte oriental son perfectos para acercarse a ambientes más eclécticos.

Rustico

Hoy en día, la ciudad es un entramado de asfalto y cristal, un laberinto de metal decorado a base de líneas ultramodernas, superficies mínimas, estampados pop y luces de neón. Muchos son los que, agotados por este vanguardismo impuesto y omnipresente, buscan refugio en la vuelta a lo tradicional: el rústico. Se trata de una tendencia que recupera el sabor de lo antiguo, es decir, el recuerdo de lo que muchos hemos vivido y añoramos de nuestros pueblos.

La personalidad del mueble único y no producido industrialmente es la gran baza con la que cuenta esta manera de concebir un hogar, que es también una forma de entender la vida. Ante la frialdad que para algunos representa el minimalismo o ante el aséptico estilo oriental, el rústico nos devuelve la calidez de los hogares llenos de vida, íntimamente humanos, en los que cada rincón guarda una historia muy personal.

El interés mostrado en los últimos años por el turismo rural es un buen ejemplo de su popularidad. Si bien es cierto que se encuentra predominantemente en zonas alejadas de la urbe, favorecido por la cercanía de los materiales y la armonía con el paisaje circundante, es perfectamente posible dar un regusto añejo a nuestra casa en la ciudad.

Materiales basicos

Madera, barro, piedra y fibras naturales son los componentes fundamentales que se suelen emplear en estas construcciones. Para el exterior, los tejados a dos aguas son los más frecuentes. En cuanto al pavimento, la mejor elección es el gres extruido: aquellas baldosas que se asemejan al barro cocido tradicional son especialmente recomendables. Esa aparente imperfección en los acabados nos recordarán los procesos de fabricación artesanal.

En las paredes reina la piedra vista, aunque es una opción que queda casi exclusivamente reservada para las viviendas en entornos rurales. Estos muros dan una impresión de fuerza y resistencia, además de destilar mucho más carácter que aquellos puramente lisos. La contundencia será una tónica constante y una reafirmación de la vitalidad de la casa.

La forja es una muestra de robustez, pero aporta un aire señorial y distinguido. Elígela para cabeceros, espejos o lámparas. El hierro aparecerá en bisagras y pomos. El rústico es el estilo que probablemente dé más protagonismo a los mismos, de hecho, su variedad de formas y materiales es casi infinita: madera, hueso, hierro, redondos, estilizados, en forma de cuerno... Junto a las puertas a las que acompañan, se encargarán de dar sensación de solidez y firmeza a la casa.

Muebles y objetos decorativos

En lo que respecta al mobiliario, la madera lo acapara de forma incontestable, lo que influye en la elección cromática de los revestimientos verticales. Si no puedes hacer zócalos con piedra, debes saber que los rojos son la elección predilecta de una gran mayoría, junto a los verdes y blancos, para pintar las paredes. Su viveza recuerda a la naturaleza, al campo y a todo lo que supone un entorno rústico.

El interior y sus complementos son fundamentales. Su número es siempre muy abundante, llenando por completo la casa, hasta el punto de poder sobrecargarla, pero bien usados contribuyen a dar ese toque rústico que perseguimos. Pocas cosas hay más entrañables que una foto familiar en sepia con un buen marco, sobre una mesa de madera y con un tapete de hilo blanco.

Si entre los detalles incluimos objetos decorativos en bambú o mimbre, el resultado será inmejorable. Por otro lado, no hay que olvidar que la ligereza del cristal es una ayuda fundamental para solventar la sensación de agobio y reducción de espacio de la que a veces adolece este tipo de casa, tanto por la profusión como por la pesadez de sus elementos.


Elementos imprescindibles

La chimenea es un complemento imprescindible. Gracias a ella se crean espacios de recogimiento, charla o, simplemente, de merecido descanso para el fin de semana fuera de la ciudad. Para acrecentar esta hospitalidad se acostumbra a acompañarla de sofás con mantas coloridas. Así, una cálida manta nos hará rememorar esa sensación de confort inmediato y prácticamente irresistible para cualquiera.

En este sentido, indicar que los tapizados suelen mostrar temas florales o animales: los estampados representan la naturaleza y la vida en el campo. Sin embargo, alfombras y cortinas, por lo general, presentan entramados geométricos o lisos oscuros. Para los visillos puedes escoger lino, frecuentemente relacionado con este estilo decorativo, dando un aire fresco, ligero y luminoso a la sala.



Clasico

El refinamiento y el lujo de una decoración clásica otorgan un aspecto suntuoso al hábitat. Un interior clásico presenta aspectos elegantes y trabajados únicos, nada convencionales. Todo ello para crear un ambiente cálido y acogedor que trasmita tranquilidad e incite al descanso. El estilo clásico apuesta por la belleza y por la sofisticación.
Uno de los elementos básicos de una vivienda decorada al estilo clásico es la madera de cerezo, de haya o de roble. La porcelana, las plantas y las flores, son otros elementos que no pueden faltar en una hábitat clásico.

Tonos claros, lisos, aportando elegancia y distinción a la estancia y aumentando la luminosidad. Estos tonos ayudan a agrandar visualmente el espacio.

La iluminación es un aspecto esencial. Debemos iluminar las estancias de una forma suave. Para ello es recomendable el uso de bombillas de baja intensidad o de tulipas en las lámparas que filtren y dosifiquen la luz.

Los colores que son más afines con este estilo de decoración tranquilo y sensible son los colores crema. Verdes, grises o incluso amarillos. Eso sí, siempre de un tono suave, nada llamativo. Tonos suaves. La elección depende la atmósfera que le quieras darle a tu interior.


Loft


El loft se caracteriza por grandes superficies sin divisiones, con mucha luz y destacado aspecto fabril. El loft necesita de espacios amplios, preferentemente viejas fábricas o galpones (aunque también se puede construir un loft desde cero). Se destaca por la ausencia de divisiones, con zonas comunes conectadas entre sí, aunque podrían haber zonas más privadas y separadas del resto. El espacio vacío constituye el elemento más importante del estilo loft.

Otra característica distintiva del loft es el uso de dos plantas o entrepisos que, aunque comunicados, separan el área principal de salón, living y cocina, de los dormitorios, el estudio u otras habitaciones complementarias. La unión de ambas plantas generalmente se logra con escaleras de importante peso decorativo.

La integración visual de todo ese gran espacio es de suma importancia, utilizando los pisos, paredes, materiales y colores para lograr uniformidad.

Materiales
Los materiales más característicos son el cemento, el ladrillo, el metal, el plástico y la goma. La elección de estos materiales proviene principalmente de lograr un cierto aspeto industrial o fabril. Una buena idea es conservar los elementos estructurales originales (columnas, paredes, vigas, etc.) e incorporarlos al diseño.

Decoración
La decoración del loft es fría en apariencia. Los colores, objetos y diseños, junto con los materiales utilizados, deben poder lograr esa sensación. Recordemos que el espacio es el principal elemento del estilo loft, y por lo tanto se utilizarán materiales, colores y elementos que respeten y no invadan el espacio.

El loft va muy bien con un estilo minimalista. Los ambientes despojados y los colores claros refuerzan el concepto del loft. [Ver Minimalismo »]

Colores
Los colores utilizados en este estilo generalmente suelen ser fríos, con grises, azules y sobre todo blancos, pero también se utilizan tonos vainilla, tierra o hueso.

Iluminación
Por su espaciosidad la luz juega un rol fundamental en el estilo loft. Tendrá que tener grandes ventanales y techos muy altos, permitiendo un acceso importante de luz por todo el espacio. La luz debe inundar el ambiente. Una buena iluminación artificial también es importante. La posibilidad de dejar los cables a la vista permite una mayor flexibilidad. Las lámparas "galponeras" colgando del cielo raso son una elección acorde.

Algunos detalles e ideas a tener en cuenta

• El loft requiere de una altura considerable de los techos, sin embargo si no la hubiera se puede crear sensación de altura por medio de la decoración y los acabados.

• El estilo loft permite detalles de obra a la vista, por ejemplo: columnas, cables, cañerías de intalación eléctrica o calefacción.

• En un principio el loft parecía ser frío y de líneas geometricas puras. La estética industrial era lo que lo caracterizaba. Sin embargo, actualmente se puede organizar un ambiente loft con mezclas de estilos, en ambientes más cálidos, con muebles y objetos de diseño.

• El loft es un buen recurso para estudios o despachos profesionales. Su amplitud, luminosidad y diseño hacen más interesante el ámbito de espacios creativos.

• Si estamos buscando una propiedad para convertirla en un loft, lo ideal es un local antiguo y desaprovechado, preferentemente de techos altos, cuyo costo nos permita guardar dinero para luego invertirlo en la reforma.

• Los lofts son ideales para viviendas de una sola persona o para quienes deseen integrar trabajo y vivienda en un mismo lugar sin problema.

• Si se requieren divisiones se deben evitar paredes y puertas, utilizando para ello elementos alternativos: bibliotecas, paneles, telas, etc.


(Arriba: Una biblioteca hasta el techo es una buena elección para dividir espacios sin perder las características del loft, aportando un elemento de importante presencia visual)

Zen





Para entender el Zen aplicado a la decoración es indispensable conocer previamente las bases del Zen como estilo de vida o disciplina espiritual.

Las verdaderas raíces místicas y filosóficas del Zen se encuentran en la vida y enseñanzas de Buda, en el siglo VI a.C., e incluso más atrás, hasta las tradiciones espirituales del Hinduismo recogidas en Los Vedas. El Zen alcanza su expresión definitiva en Japón a mediados del siglo XIII, influyendo profundamente en la mentalidad y las costumbres de la cultura tradicional japonesa, donde todavía se sigue enseñando y practicando hoy en día en las diversas escuelas y monasterios Zen.

En las últimas décadas del siglo XX, el Zen llega a occidente influenciando con su filosofía y práctica en diversos ámbitos, entre ellos la arquitectura y la decoración.

La filosofía o base espiritual del Zen (indispensable para comprender su incidencia en la decoración occidental) se centra en la iluminación y búsqueda de armonía y paz interior a través de acciones simples y cotidianas (tal el legado de Buda), proporcionando en todo momento un sustento para la vida diaria.

El arte de la pintura o la caligrafía, la meditación, los rituales, las artes marciales, la ceremonia de servir el té o el arreglo de flores, son algunas de las actividades que van definiendo el Zen e influenciando con su simplicidad en la vida cotidiana.

Cada una de estas actividades tiene como objetivo la iluminación. Todas exploran distintas características de la experiencia Zen y pueden ser usadas para entrenar la mente y llevarla en contacto con la realidad última. Estos mismos conceptos y búsquedas son los que inspiran al Zen en occidente, acercando su estilo de vida a las construcciones, objetos y formas de vidas contemporáneos.

Aunque nos resulte simple entender algunos conceptos básicos del estilo Zen, acercarnos al Zen con criterio requiere adentrarnos en lo profundo de su filosofía. Para ello contamos con algunos párrafos aclaradores del libro "El Tao de la Física" de Fritjof Capra:

"La filosofía Zen es una mezcla única de filosofías e idiosincrasias de tres culturas diferentes. Es una forma de vida típicamente japonesa, y aún así refleja el misticismo de la India, el amor de la naturalidad y espontaneidad del Taoísmo y el pragmatismo profundo de la mente Confusianista."
Leer más. 

Las características del estilo zen.


El Zen, a través de la simplicidad, busca alcanzar la armonía y la tranquilidad necesarias que requieren estos tiempos modernos. Occidente encuentra paz en su filosofía adptándola al diseño de interiores y jardines, con una serie de recursos mínimos, espacios ordenados, colores claros y líneas simples.


El Zen busca alejarse de la ornamentación excesiva y el "barroquismo". El equilibrio que logra está dado por pocos objetos, materiales naturales y presencia de aromas, algo propio del estilo Zen.

El encuentro con el Zen nos lleva a lograr espacios de paz y armonía que nos permitan dejar afuera "el barullo" del mundo contemporáneo. Asociado a su filosofía original, la decoración Zen busca la reflexión y el descanso del mundo exterior.

Colores
Los colores utilizados en la decoración o estilo Zen son principalmente el blanco y toda la gama de colores neutros: ocres, grises y beiges. El color sólo puede estar dado por algún objeto decorativo, como una pincelada de verde o rojo en algún elementos o detalle puntual.

Materiales
Los materiales más utilizados en el Zen son aquellos en estado natural o poco industrializados: madera natural, piedra, etc. En baños y cocinas se prefiere la piedra antes que la cerámica. Los pisos de madera clara, por ej. en haya, se prefieren a los pisos oscuros, por ej. en wengue.

Muebles
Los muebles dentro del estilo Zen deben seguir la máxima simplicidad en sus líneas. Muebles bajos, de líneas rectas que invitan al orden y, en su mayoría, conservan el color de la madera natural. Se deben evitar muebles con curvas y barroquismos que no combinen de forma natural con el sentido de simplicidad del Zen.

Las maderas de colores claros van muy bien con el estilo Zen, aunque se puede utilizar una madera oscura si todos los demás elementos decorativos son claros.

Iluminación
La luz siempre debe ser sutil, indirecta, con artefactos escondidos, logrando un ambiente suave y sensual, propicios para la meditación y el descanso. Por su gran importancia en el diseño de interiores, la iluminación es un factor clave en la ambientación de espacios Zen.

Objetos
La elección de objetos decorativos debe ser cuidada y austera. Entre los pocos adornos que permiten estos espacios podemos destacar los objetos de cristal o madera, aunque sobre un mueble de madera un jarrón de cristal sea lo más adecuado. Las paredes pueden estar desnudas, aunque permite colocar algún cuadro cuidando que el tipo de marco y la lámina combinen con la decoración general.

Los toques budistas, las imágenes o reliquias, bien combinan con la decoración Zen, que en un principio surge como descanso del mundo exterior, retiro de meditación y técnicas espirituales.


Oriental
Hoy en día existen diversos motivos para decorar una habitación. Tomando un poco el tema del auge económico de algunos países, ¿por qué no decorar nuestra habitaciones con motivos orientales? Es importante establecer qué muebles usaremos y sobre todo qué es lo que queremos que los demás perciban al ingresar a nuestro dormitorio. Lo importante es que uno mismo se sienta cómodo y tranquilo en los momentos de descanso y la manera en que decoremos nuestra habitación será básica para poder lograrlo.

Para aplicar este estilo a nuestro hogar debemos manter el centro de la habitación abierta (para así permitir el flujo de energía). Si es posible puedes eliminar las paredes o agregar una claraboya que deje entrar iluminación natural y ver el cielo. Si eliminar las paredes no es una opción que esté en tus planes puedes pintar las habitaciones de colores pálidos, como tonos pasteles o claros. Esto ayudará a crear una mayor ilusión de espacio.


La sencillez es otro principio clave de la decoración oriental. El primer paso es terminar con el desorden. Además, debemos deshacernos de todo el mobiliario que no vamos a utilizar. Al terminar con el desorden y con el exceso de ornamentación el cuerpo está más tranquilo y evita distraerse.

Dado que la decoración oriental está en sintonía con la naturaleza, los materiales y los tejidos utilizados son naturales. Si ya cuentas con algunos elementos orientales estos pueden servir para decorar tu hogar. Por ejemplo: pantallas shoji, muebles orientales, frascos de jengibre, artículos de porcelana y jade, lamparas japonesas de papel o plantas de bambú.


La naturaleza es la base del estilo de decoración oriental. Elementos de la naturaleza como las plantas y el agua son siempre bienvenidas. Los arboles bonsai, son utilizados a menudo. El bambú también se considera que trae buena suerte. Las montañas de agua muchas veces se utilizan para llevar calma y tranquilidad.

¿Qué te ha parecido este estilo? ¿Te gustaría integrarlo a tu hogar? Permiteme ayudarte, cuentamelo y lo intentaré.

Vintage

Últimamente parece estar en boca de todos la palabra 'vintage'. En moda, en decoración, en cocina,… La verdad es que lo 'vintage' está de moda. Te damos las claves para que consigas llevar a tu casa este estilo.
Se trata de recuperar objetos, prendas o tendencias del pasado y hacerlas actuales mezclándolas con estilos de ahora.

Una mirada hacia adelante desde el pasadoLo mismo ocurre en decoración. Desde hace ya varias décadas, es muy normal pasarte por mercadillos de grandes ciudades buscando objetos especiales, restaurarlos y darles un lugar preciso en nuestras casas. Lo malo es que cada vez es más difícil encontrar estas piezas en buen estado y a buen precio. Pero si tienes paciencia y ganas, puedes encontrar muchos "chollos".

Pautas básicas del vintageLa tendencia es combinar muebles actuales y de super diseño con piezas únicas rescatadas del pasado. Y más tendencia aún es combinarlos con piezas de los años 40-50, aquí te damos las pautas para darle un aire vintage a tu decoración. Toma nota:

Donde buscarlo
. Encontrar este tipo de artículo de decoración, sabemos que no es demasiado fácil, sin embargo para eso están los mercadillos de toda la vida, donde podemos conseguir piezas únicas y a precios bastante asequibles. Puedes también buscar en anticuarios, donde la mayoría de las piezas ya están restauradas, o la posibilidad de adquirir algún detalle vintage en uno de tus viajes. Así como visitar tiendas de decoración que incluyen este tipo de detalles dentro de su oferta.

Qué elegir. El qué y el cómo se lleva es un detalle muy importante para acertar con el estilo que quieres dar a tu casa:

Imprescindible: la mezcla. La máxima es mezclar, desde un sofá antiguo retapizado con una tela “ultramoderna” hasta una lámpara de ultima tendencia con una pantalla de los años 60. Recuerda: todo vale si lo haces con gusto.

Los colores. Mezcla muebles 'vintage' con complementos ultramodernos en colores vivos, el turquesa y el naranja son tendencia.

¿Y para las paredes?. Puedes decorar tus paredes con cuadros antiguos enmarcados con molduras ultramodernas en cromado oro o plata. También puedes destacarlos con paspartús adamascados o de colores “chillones”.

Un detalle. Completa un serio escritorio antigüo o buró de madera clásica, con sillas y lámparas de diseño actual.

El equilibrio, fundamentalCon estas pautas y tu toque personal, seguro que consigues el equilibrio exacto entre el vintage y la decoración moderna, consiguiendo la armonía deseada en tu casa. Recuerda siempre que vintage no es sinónimo de viejo, sino de antiguo con glamour.

Chic

Creado por la decoradora estadounidense Rachel Ashwell, está inspirado en las grandes casas de campo inglesas, en las que prevalecía el color blanco en los muebles antiguos y en los detalles. Curiosamente, Shabby significa raído, desaliñado y contrasta con Chic, que tiene un significado más elegante, a la moda. Así, según su propio nombre, este estilo es un estilo que actualiza lo antiguo y lo convierte en actual y elegante.

Para crear el Shabby Chic, la decoradora lo combinó con detalles muy femeninos, como velas, flores… y sobre todo con colores pastel, como el rosa o el verde, consiguiendo así este original estilo que combina a la perfección lo vintage con lo romántico.

Así, para que un ambiente tenga estas características, debemos conseguir muebles con aspecto desgastado, antiguos y también de colores claros, preferiblemente blancos. Las lámparas de tela, los jarrones antiguos, los textiles románticos o los espejos, serán básicos para dotar a una estancia del estilo shabby chic.

La porcelana, el cristal tallado, las lámparas de araña, los conjuntos de teteras y tazas vintage o los muebles de hierro también ayudan a complementar este estilo que está tan de moda actualmente.






ALGUNAS IDEAS DE DECORACIÓN: EL COLOR.

• Los colores claros, preferentemente el blanco, aportan claridad en habitaciones pequeñas o con poca luz. Para agrandar visualmente estos ambientes la mejor opción son los colores claros.

• Los amarillos y los ocres generan luminosidad.

• Los colores fríos, verdes y azules, tienen efecto sedante. Estos colores son los indicados para zonas de descanso, dormitorios y escritorios. Elije preferentemente los tonos suaves.

• Los rojos y naranjas son tonalidades más osadas y se pueden utilizar en ambientes grandes o en una sola pared como detalle. Estos colores van muy bien con la madera. Si le parece muy osado todo en rojo, prueba pintar zócalos y aberturas en color blanco, teniendo en cuenta que los colores oscuros se suavizan pintando en color claro los marcos, aberturas y zócalos.

• También existe el blanco roto: blanco con algunas gotas de color apenas perceptible. Se usa como alternativa al blanco, agregando un adicional de calidez que no logra el blanco puro. Este efecto se refuerza si se pintan el techo y las paredes en el mismo color.

• Si se pintan ambientes contiguos con colores diferentes, entonces se debe tener en cuenta guardar una relación de armonía entre ambos colores.

• Al usar dos colores diferentes en diferentes paredes se pueden lograr resultados interesantes: generar amplitud, empequeñecer visualmente un espacio o destacar un objeto o rincón. Prueba destacar la pared donde apoya la cabecera de la cama colocando un color más intenso al del resto de la habitación o pintar las paredes enfrentadas de un pasillo en diferentes colores.

• Para que un techo bajo parezca más alto se debes pintar de un tono o color más claro que las paredes (preferentemente blanco). En cambio para acercarlo se debe pintar del mismo color que las paredes. Rara vez conviene destacar el techo, pero si así lo deseas se puede pintar de un color distinto al de las paredes.

• Los muebles pintados del mismo color que la paredes los integra al ambiente y hace que ocupen menos espacio visual. Por el contrario, para dar más presencia a los muebles dentro de la decoración, estos deben ser de colores o tonos diferentes al de la pared.

• La mejor elección para zócalos es utilizar el mismo color de la pared.

• No se aconseja pintar las paredes de un pasillo con tonos oscuros, ya que hará más pequeño visualmente el espacio. Además los pasillos no suelen recibir luz natural y necesitan un color que les aporte luz.

ALGUNAS IDEAS DE DECORACIÓN: PATINAS.

• Los mejores efectos de pátina se logran sobre madera y boaserie. Sin embargo, se pueden realizar sobre paredes de material sin problema, aunque nunca hay que abusar del efecto porque podría resultar agresivo demasiada pátina en una habitación. Preferentemente conviene hacerla sobre una sola pared y en tonos suaves.

• La pátina en paredes va muy bien en ambientes rústicos. En ambientes modernos, la pátina básica o falso estucado imita muy bien al cemento alisado.

• Las pátinas sobre madera se pueden realizar con una base de color o directamente sobre la madera. Ésta última es la que más se utiliza, logrando un efecto muy singular en la madera al resaltar las vetas.

• Tenga en cuenta que las pátinas menos suaves, el trapeado o esponjeado, son acabados más agresivos, por lo que se aconseja se utilice a discreción.

• Se pueden usar distintos colores de pátina en una misma pared para lograr distintos efectos. Lo aconsejable es no mezclar más de cuatro colores.

• Un consejo técnico: tanto se trabaje una pátina con trapo o con esponja, se debe tener en cuenta que si usted trabaja con pinturas de base acuosa, deberá previamente hidratar la esponja con agua, retirando todo el excedente. Si en cambio utiliza pinturas de base sintética, deberá hidratar previamente la esponja con aguarrás y luego retirar el excedente.


ALGUNAS IDEAS DE DECORACIÓN: EMPAPELADO.

• Al empapelar habitaciones antiguas o paredes en malas condiciones, defectuosas o en falsa escuadra, tenga en cuenta que los papeles lisos disimulan mejor los defectos. También ocultan los defectos de colocación; si vas a colocar papel por primera vez, se aconseja empezar con diseños de poco dibujo y estampados pequeños.

• Los papeles baratos son más fáciles de dañar o ensuciar. Si los va a colocar en una zona de tránsito o en lugares donde juegan chicos, son preferibles los papeles vinílicos.

• Siempre se debe comprar el papel que se utilizará todo de una sola vez, para evitar variaciones de color entre partidas. También conviene comprar un poco más de lo calculado por si hubiera desperdicios o errores que se debieran corregir.

• Los estampados pequeños y suaves agrandan visualmente el ambiente, mientras que los diseños más grandes y coloridos son aconsejables sólo en habitaciones amplias. Si se trata de una habitación de uso diario, conviene elegir diseños suaves para no cansar la vista.

• Los diseño a rayas tienen sus secretos: las rayas horizontales hacen que la habitación parezca más amplia, pero no se recomiendan en lugares bajos; las rayas verticales hacen que las paredes parezcan más altas, pero reducen el espacio en pasillos angostos.

• Los tonos cálidos (ocres y anaranjados) son papeles más clásicos y fáciles de combinar.

• Los papeles de tonalidades amarillas crean efecto de luminosidad, y por lo tanto son recomendables en ambientes de escasa o nula luz natural. En grandes superficies el papel ideal es el de tonalidades blancas, aunque hay que tener cuidado con el blanco en ambientes de mucha luz, ya que tiene un gran poder de reflexión y termina resultando molesto.

• Las tonalidades grises atenúan el reflejo de los rayos solares, por lo que son recomendables para ambientes calurosos y muy luminosos.

• Los empapelados con base azul son lo que se llama refrescantes, y por su asociación con el mar y el cielo producen un efecto de espaciosidad. Los tonos verdes descansan la vista y por eso son aconsejables en las zonas de lectura, escritorios y salas de estar.

• El empapelado se puede usar en una o varias paredes sin tener que hacerlo en toda la habitación. Incluso se pueden colocar en una pared un diseño y en la siguiente el mismo modelo pero en otro color. Claro que estos recursos deben usarse con criterio y cuidado.

• Cuando se trata de departamentos y casas muy pequeñas hay que elegir el mismo color o revestimiento para todas las habitaciones, de modo que sus ambientes se prolonguen en otros y obtener de ese modo una sensación de amplitud.